martes, 21 de febrero de 2012

Los Baños Públicos Tienen Karma

Soy de las personas que casi no toman refresco, viven a base de pura agua !ah¡ eso sí, agua de sabor porque tomar agua natural me hacen sentir planta. Después de una larga de noche de acabarme una botella de un litro y medio de agua de naranja la vejiga llega a un punto en el que se llena peor que el metro en dirección cuatro caminos. Estando en la escuela busqué el baño que estuviera más cerca de mí pero todos estaban cerrados. Encontré uno abierto, el más culero y salvaje de todo el plantel pero valientemente y con la vejiga hasta el tope entré y el migitorio aunque no estaba lleno, no me gusta llegar y liberar mi poderoso miembro enfrente de los demás así que entré y por instinto cerré la puerta. De pronto me encontré una orgía canibalesca y primitiva de mierda en todo el baño, papeles con terribles manchas oscuras de popó regados en el piso, el retrete cubierto de un color café-amarillento que goteaba espesamente y en el fondo parecía una caldera de bruja con líquidos oscuros que no dudo hayan salido de más partes aparte del culo. Asqueado y a punto de estallar decidí dejar mi huella absoluta y no verme como un marica ante ese baño retándome para dejarlo más sucio apunte directo al bote de basura y saqué la orina como un chorro de agua aplicada por Blastoise y ansioso de ver todo el baño marcado por mis orines empecé a mojar todo lo que había enfrente de mí, el piso, la caja del retrete, la pared, nada se salvó de mi poder. 
Con la gran satisfacción de haber dejado el baño totalmente orinado volteo hacia la puerta e intento abrirla, oh sorpresa, el cerrojo se había trabado y no podía salir, sentí una desesperación y un miedo terrible de que el retrete cobrara vida y de pronto decidiera tragarme vivo sin dejar rastro de mí. Usando la fuerza de mis patadas el cerrojo no hacía el mínimo intento de moverse de ahí; con la mente en blanco y conservando la calma hice uso de mi intelecto para empujar la puerta con todas mis fuerzas y jalar el cerrojo con todas mis fuerzas, incluso varios entraron y salieron y alcancé a escuchar unas voces que dijeron ''han de estar follando'' por los golpes que le daba a la puerta. Con gran éxito la puerta se abrió y la paz reinó en mi ser y la libertad de respirar el aire del exterior trajo a mi espíritu paz y armonía, vayan todos con kami-sama hermanos.

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