jueves, 18 de septiembre de 2014

El otro día un cajero de Banco Azteca intentó extorsionarme.

Esta entrada (quizás es la primera vez que escribo algo en serio en este blog) no es de broma y por favor pido que esto sea leído con toda la seriedad posible porque todo esto pasó de verdad.

Jamás he pedido a mis amados y queridos lectores que difundan y viralicen el contenido de este blog (o tal vez sí pero no de una manera insistente y directa).

Considero que si te gusta lo que lees aquí queda en ti compartirlo con toda la gente que quieras pero esta vez agradecería de corazón que lo hicieras porque esto es algo que le puede pasar a ti, a tu mamá, tu abuelita, tu novio/a o hasta tus hijos.

Resulta que el día 18 de septiembre del 2014 fui a recoger un envío, no voy a dar detalles de eso porque es personal y resulta que el cajero que me atendió de nombre Jesús Eduardo Najera Ramírez me dijo que la clave estaba mal.

Resulta que cuando a tú vas a hacer un envío a otro estado o país o lo que sea, la empresa te da una clave que consiste en letras y números a lo loco, le envías esa clave a quien le mandes dinero y esa persona da la clave para que le entreguen el envío.

Pues resulta que al ir con mi clave el tipo éste me dice que mi clave estaba mal ¿Cómo carajos es eso posible?

Le digo a mi hermana que ella se espere en Elektra mientras yo voy corriendo a mi casa a varias cuadras porque ya era tarde e iban a cerrar y al llegar y consultar la clave me doy cuenta que está perfecta y no hubo ningún error.

Bastante molesto regreso a la tienda con el número que está completamente correcto y el tipo de forma prepotente insiste en que es incorrecto.

El punto es que Jesús Eduardo Najera Ramírez se le ocurre la canallada y la enorme estupidez de decir que el último número es un cero y no uno y que nos entrega el envío por esta vez pero para la otra ya no (así con estas palabras).

O sea que el muy idiota todavía creía que nos estaba haciendo un favor.

Al entregarnos el ticket en donde por obvias razones el número correcto debería estar ahí impreso resulta que es el mismo que yo entrego y que nunca hubo ningún error.

¿Una empresa "seria" trolleando a sus clientes?

Mi hermana y yo desde luego que fuimos a quejarnos con el gerente de la tienda, desgraciadamente el gerente le tocó descanso y no estaba pero contactamos con un sub-gerente que fue más amable para escribir una queja por escrito y hacerla llegar al jefe del nefasto éste y que por cierto espero que sí se la haga llegar.

Si un empleado de una empresa "seria" te hace algo así ¿qué se puede pensar?

¿Jesús Eduardo Najera Ramírez es un troll?

¿La naturaleza de Jesús Eduardo Najera Ramírez es la de fastidiar y ser pésimo empleado? Cosa que los clientes no tienen la obligación de soportar ni lidiar con ello.

¿Jesús Eduardo Najera se equivocó y no quiso disculparse ni de hacernos saber de su error, por ende mintió y nos dio un mal trato? Puede ser.

O lo que suena para mí más convincente ¿El tipo intentaba hacerme un fraude y quedarse con el envío?

Si tú conoces a un Jesús Eduardo Najera Ramírez que trabaja en un banco Azteca y hasta eres de su familia, ten cuidado con él, por si las moscas...

Yo voy a hablar con el gerente en persona y no descansaré hasta que el tipo reciba su merecido, ya sea que lo despidan, lo cambien de banco o mínimo le llamen la atención o algo.

Sí, yo recibí mi envío pero ese envío era mío, el tipo no me está haciendo ningún favor entregándomelo porque es su trabajo y a él le pagan por hacer eso.

Y este tipo de cosas no deben de pasarle a los clientes de dicha empresa ya sea Elektra o Banco Azteca o cualquier empresa del país.

¿Qué pasaría si Jesús Eduardo Najera Ramírez fuera el gerente?

Tú como cliente de CUALQUIER empresa tiene derechos y debes de saberlos y hacerlos valer.

Las empresas deben de depender de ti, tú no de ellas, ellos no te estan haciendo favores, tú les haces favores al contratar de su servicio.

Si la empresa te intenta hacer un fraude, si te engañan, si no te satisfacen, tú debes hacer valer tus derechos, quejarte, denunciarlos.

¿Cuántas personas cómo Jesús Eduardo Najera Ramírez conoces? Si te has topado con una así, denúnciala.

No te dejes.

La mayoría de la gente se queja de que el país es una mierda ¿Por qué? porque permiten que idiotas como estos, incluso como nuestro presidente se aprovechen y nadie les diga nada.

Yo sé que no todos los empleados de Banco Azteca son así de corruptos pero personalmente recomiendo no contratar servicios, ni acercarte a dicha empresa y si ya estás incluido en su sistema, ten mucho cuidado con tus papeles y con tu dinero, revisa todos los papeles que te den minuciosamente.

Apuesto que hay personas que han lidiado con gente peor que Jesús Eduardo Najera Ramírez y sin embargo no se han atrevido a ponerlos en su lugar.

Este tipo de gente considera que no tienes voz, así que es tu deber demostrar que pudes hasta gritar.

Todavía no termino de arreglar este asunto, pero si amerita una demanda voy a demandarlos.

Y actualizaré esta misma entrada relatando lo que sucedió sin añadirle ni quitarle, todo tal cual.

Para la gente de Banco Azteca les mando decir: Mucha gente dice que su empresa es el banco de los pobres, tal vez sí, pero eso no significa que la gente pobre sea pendeja y espero que su reputación quede en duda incluso caiga y se desbarate por culpa de Jesús Eduardo Najera Ramírez.

Di no a Banco Azteca

Espero que compartas esto por favor y muchas gracias por la atención.

Esta historia continuará... 


Actualización: 20 de septiembre del 2014

Bueno pues, un día, después de aquel titánico día busqué al gerente y resulta que se encontraba en una junta y no podía hablar con él. Qué se podía hacer más que esperar...

Hoy ahora sí pude hablar en persona con el gerente y le conté las cosas tal como habían sucedido sin añadirle ni quitarle y haciendo énfasis en el trato prepotente de Jesús Eduardo Najera Ramírez y sobretodo en la manera en la que insistió que el número era erróneo cuando no fue así obviamente, haciéndome pensar que el tipo no me quería entregar mi envío y posiblemente extorsionarme de la manera más vil y estúpida.

Ahora pensemos desde esta perspectiva.

Imagina que en realidad la clave estaba equivocada y que por obvias razones no se me podía entregar mi envío, entonces "por esta vez" el tipo decide entregarme el dinero.

¿Está permitido que un empleado de una empresa considerada seria entregue envíos con claves érroneas?

¿O sea que si yo llevo siempre claves érroneas, incluso identificaciones falsas o irregulares no va importar porque Jesús Eduardo Najera Ramírez siempre será el héroe del día y me entregará los envíos?

Desde luego que Jesús Eduardo Najera Ramírez es un fraude viéndosele por donde se vea.

Ahora el gerente me aseguró que él y la jefa de Jesús Eduardo Najera Ramírez hablarán con él mismo en persona y que esto no volverá a suceder porque entiende perfectamente que es muy molesto.

¿Lo van a penalizar, despedir o qué? No sé.

Tal vez ese día en el calor de mi ira esperaba lo peor para Jesús Eduardo Najera Ramírez, sin embargo ahora espero que la promesa del gerente que me trató muy amable sea verdadera y no se vuelva a repetir y que hagan con el tipo ese lo que se les de la gana, pero también que se den cuenta de que uno no es pendejo.

En el caso de que tenga la necesidad de regresar a dicho banco y tenga que lidiar de nuevo con el mismo Jesús Eduardo Najera Ramírez o con otro cajero y que me trate mal o intente hacer algo raro y estúpido, esta vez no voy ir con el gerente a reclamar, esta vez voy ir con la Profeco porque claro está que no sólo son los cajeros sino otras personas que las contratan y dirigen los que permiten que la mierda suceda.

Esta historia ha llegado a su fin y el propósito de esto es que reflexiones acerca de la negligencia y el mal trato de las empresas.

Si eres víctima de ellas, no te dejes, habla, que sepan que no les tienes miedo y que el menor detalle irregular que hagan contra ti debe ser penado.

Y desde luego se debe poner en su lugar a la gente que se lo merece y un hasta aquí a nefastos como Jesús Eduardo Najera Ramírez.

Hasta pronto.     

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